En medio de sorbos de un chocolate caliente para estos frios, y unas galletas, Liliana Chaverra, Omar Castaño, Bairon, Mary Luz, sus familiares y vecinos, dilatábamos la conversación sobre nuestro interés en común; continuar aportando a la transformación de la ciudad desde el corregimiento de San Antonio de Prado.
El enfoque estuvo en la necesidad de que sus niños y niñas puedan jugar, aprender, y crecer sanos, y sobre todo, lo bueno que sería, que el estado continué con sus muestras de eficiencia en la protección y desarrollo adecuado desde la gestación, hasta los seis años de edad de los pequeños. Con esta conclusión, consolidamos nuestro equipo de trabajo en medio de un ambiente familiar y acompañado de nuevos amigos. #tenemoslapalabra para realizar nuestros sueños.
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