La implementación de programas de atención oportuna a madres y niños en nuestra ciudad, muestra el compromiso de hacer frente al problema de desnutrición. El resultado más visible es la reducción a cero muertes en niños menores de 5 años, lograda desde el año 2009.
Este es uno de los puntos que evalúa el desarrollo a pasos agigantados de la ciudad. Eliminar este tipo de mortalidad refleja la disminución de la inequidad y garantía del acceso universal a la salud con calidad. Principalmente dirigida a los grupos más vulnerables.
Esto tiene que verse reflejado en una política pública para la primera infancia, que integre: salud, nutrición, educación y recreación, todo en una atención de enfoque familiar que cobije una relación padres e hijos.
La nueva generación de niños que se está entregando a la sociedad tiene todas las condiciones para desarrollar sus talentos. Por esto, programas que ayuden a disminuir estas cifras deben tener todo el apoyo de las próximas administraciones locales, aumentando su presupuesto y cobertura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario